Con la siguiente experiencia podrás comprobarlo.
Necesitas:
Un recipiente de cristal transparente
Algodón o una servilleta de papel.
Una semilla: garbanzo
o alubia.
Coloca la semilla en el algodón,
empapado en agua, pega el algodón con la semilla en la pared del
recipiente, mantén el algodón húmedo con cuidado de no cambiarlo de posición y
espera a que la raíz crezca aproximadamente un centímetro. Cuando esto haya
ocurrido cambia de posición el algodón con la semilla de manera que quede la
raíz hacia arriba y el tallo hacia abajo. Espera unos días y podrás comprobar lo que sucede.